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Pizza Monjes Adoradores

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  En Apulco, Jalisco, los Monjes Adoradores preparan pizzas para sostener sus gastos. El cronista local asegura que son exquisitas, casi celestiales. Lo inquietante es que Apulco es un pueblo fantasma... ¿quiénes, entonces, son sus clientes? ¿Forasteros de paso... o los espíritus del lugar?

Apango, Jalisco.

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  En 2018 hicimos un viaje a Apango, Jalisco, con el propósito de explorar los territorios que habitan las obras de Juan Rulfo. Aquella vasta serranía —hermosa, imponente, abismal— daba la impresión de transportarnos al pasado. Llegamos a una comunidad silente, detenida en el tiempo. Encontramos una tiendita que parecía un verdadero museo de la nostalgia: anuncios de los desaparecidos pastelitos Flipys, publicidad desactualizada, colores de otro tiempo. Mis amigos exclamaron de emoción al descubrir que ahí aún vendían cigarros Raleigh. Compraron unos para fumar y decían que sabían a humedad y a viejito rancio, pero la alegría del hallazgo fue tal que no impidió que se los fumaran por completo.  Yo, fiel a mi costumbre, compré una coquita en envase de vidrio para refrescarme. La señora la sacó de esas antiguas hieleras grandes y blancas, con puertas rojas, que aún conservaban el destapador a un costado y el contenedor para las corcholatas. Me froté la botellita en la sien para ...

Tres amigas rumbo a Manzanillo

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  Eran vacaciones de Semana Santa. Hacía tanto calor que me daban ganas de salir a la calle sin ropa. Pero qué vergüenza, ¿no? Así que decidí organizar un viaje con mis amigas Yunuen y Claudia. Les hablé por teléfono y, como buena conspiradora de travesuras, les propuse irnos a la playa de Manzanillo: tres días, cuatro noches, nosotras solas... a la aventura. Cuando llegó el día de la partida, en la nueva central camionera, Claudia llevaba comida como para sobrevivir un mes, y un salvavidas tamaño jumbo que apenas y cabía en el camión. Yunuen cargaba cuatro maletas repletas de ropa y una gran canasta llena de lonches calientitos, que hacían que el interior del autobús oliera a garnachas de fonda de la Calzada. Yo solo llevaba una vieja mochila con tres cambios de ropa, bloqueador solar, doscientos pesos, una barra de chocolate y una ánfora de Tonayán. Emocionadísimas, ya íbamos imaginando las aventuras que nos esperaban en Manzanillo. ¡Y resulta que la primera de todas sucedería ah...

La Fiesta de la Faustina en San Gabriel, Jalisco.

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Hace algunos años viajamos a San Gabriel, Jalisco, cruzando un quebradero vertiginoso de azules cerros hostiles y carreteras serpenteantes, donde, al mirar por la ventana del autobús, podías observar el abismo y rezar por no morir desbarrancado. Teníamos que hacer trabajo de investigación para la Ruta Turística del Sur de Jalisco. Llegamos, pues, a ese pequeño edén tan apartado de la mano de Dios y nos pusimos manos a la obra, tratando de indagar en la memoria de los habitantes cuáles eran sus costumbres y su historia. Entre esas historias orales que van discurriendo de generación en generación, un anciano —del cual no recuerdo el nombre, pero está anotado en mi diario de campo— me relató que la fiesta de la Faustina era todo un acontecimiento en el pueblo. —Señorita, tiene que venir —me dijo—. Le juro que ese día se abren las puertas del infierno y el mismo Diablo viene a festejar. En la cantina del señor Carlucho se sirve una copa gigante de Faustina, y quien se la tome completa, gan...

Él

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Resplandecía y resplandecía, agonizaba y agonizaba silenciosamente. Estaba tan lejano, a años luz, pero lo podía tocar con mi mente. Yo lo seguía con la mirada humedecida. Él me dio tres abrazos antes de desvanecerse. Anoche lo dibujé tantas veces, hasta que sangró mi mano adolorida. ¡Quédate aunque sea un momento! Pero que sea el mejor de nuestra vida. Te susurraré al oído un poema infinito, quiero pernoctar en tus sueños, alma mía. ¡Se clava, se entierra, me desgarras! Mi estómago se aqueja. Mírame, mírame, ten piedad de mí. Extiendo mi mano para poder tocarte, y te desvaneces en ilusiones enfermizas.

CONFUSIÓN

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Algo de mí muere En blanco y negro, al frío adverso, a la cortada punzante, ¡muero por tu indiferencia! Tiras del cordón con fuerza, y después lo sueltas con ligereza. ¡Me ilusionas y me abandonas! Cierro los ojos para no despertar. Se muere mi cordura, pues si no es ella, ¿por qué juicio ya no siento? Tu color áspero, dolor agrio, poético gemido agonizante. Mi sombra cruza la barrera del fuego, se rebela contra tu olvido. Moriré al amanecer, en los fluidos de la mañana.

CONTUSIÓN CARDÍACA

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Anoche una tormenta de angustia inundó mi mente; el grito de mi corazón, exaltado, retumbó en la habitación. Se manifestó una sombra más negra que la oscuridad. ¡Era tu recuerdo! Acechando el borde de mi lecho. Se convirtió en un íncubo que se montó sobre mi cuerpo, paralizado y frío. Me embistió salvajemente y devoró mi alma a besos. Desperté sudando tu aroma, balbuceando tu nombre, rehusándome a olvidarte, como un ente embrujado que ha perdido la voluntad.

Flores Negras

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 Mis manos ansiaban sentir el temblor de tu cuerpo, anhelaba la fragancia de tu sudor excitado, y lo único que me quedó de ti fueron tus cabellos largos, aparecían en mi almohada, regados por los rincones de la casa donde nos amamos. Fui a buscarte entre el gentío, en las calles desoladas, caminé entre los vagabundos del centro, regresé a los lugares donde coincidimos, y en todos lados encontraba tu rastro. De camino al trabajo, a la universidad, en los parques, en las librerías, veía tantas mujeres parecidas a ti. En los conciertos las había por montones, como ramilletes de flores negras, con sus cabellos largos y ojos oscuros, con indumentaria de terciopelo y encaje negro. Incluso grité tu nombre, y dos o tres de ellas voltearon. A diario, en todos lados, veía mujeres tan parecidas a ti. Algunas eran feas y raras, otras, más bellas, más inteligentes, más simpáticas... pero ninguna de ellas eras tú. Pude haberme conformado con una de las más feas, o deleitarme con una de las más b...

Vivienne Westwood la Reina del Punk y su Revolución en la Moda

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  En el mundo de la moda, hay diseñadores que se atreven a desafiar las convenciones establecidas y a romper los límites establecidos. Uno de esos nombres icónicos es Vivienne Westwood, una diseñadora británica que se ha ganado la reputación de ser la Reina del Punk. Con su estilo audaz, creativo y provocativo, Westwood ha revolucionado la moda y se ha convertido en una figura destacada en la cultura contemporánea.  El movimiento punk surgió a mediados de la década de 1970 en el Reino Unido y rápidamente se convirtió en una subcultura reconocida por su actitud antisistema y su estética transgresora. La moda punk se caracterizó por su rebeldía, su rechazo a los valores tradicionales y su deseo de cuestionar el statu quo, en medio de este ambiente efervescente, Vivienne Westwood emergió como una fuerza creativa y audaz. Vivienne Isabel Swire, nacida el 8 de abril de 1941 en Inglaterra, comenzó su carrera en la moda en la década de 1970, junto con su entonces compañero Malcolm Mc...

HAY NOCHES EN LAS QUE VALE LA PENA MORIR

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La luz de plata llena mis pupilas, hace la noche más romántica. ¡Mozart, ven a mí! Viajemos juntos a la atmósfera etílica. ¡Tócame, tócame toda la noche! Tu pequeña música nocturna, y riamos como locos e imbéciles. Brindemos sin razón para después terminar fornicando. Abriré la puerta para que entre el viento helado. Yo, como tú, moriré en el olvido de los que dijeron una vez amarnos. Son las tres de la mañana, mis ojos están cansados, se desvanecen mis pensamientos, opacados por tu blanca sonrisa. Escucha mis gemidos de placer, el gorjeo del gorrión y el canto de los grillos, tú y yo, embriagados todo el tiempo de ¡no sé qué! Se cerrará el telón rojo de terciopelo. Qué tristeza cuando todo se acaba. ¡Despierta conmigo, Mozart! Vámonos a ¡no sé dónde! Ahí viviremos de los excesos y de música, seremos unos inmortales trasnochados. Cecilia MerMor